Impresionante
historia: En una tribu nómade de Mongolia, los miembros ayudan a una camella a
dar a luz.
El
bebé que nace es blanco y la madre lo rechaza.
Se
intenta de varias formas que la madre lo acepte, pero no da resultado. Tampoco
alcanza con los intentos por extraerle la leche a la madre y darle de beber.
No
es suficiente.
Ante
esto y la inminente muerte de este bebé, los pastores deciden contratar a un
violinista para que vaya hasta el lugar y toque una música del ritual mongol.
Lo
demás se entiende sin palabras.
La
música mueve las fibras más íntimas, hasta de una camella, que ‘recobra’ su
instinto maternal
Un abrazo.
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