viernes, 6 de diciembre de 2013

Fragmento del discurso de Nelson Mandela en el juicio de Pretoria en 1962

                                                                         


Nelson Mandela, un hombre que partió pero que no se va a ir nunca.  
Fragmento del discurso de Nelson Mandela en el juicio de Pretoria en 1962:
¿Por qué comparezco en este tribunal ante un juez blanco y un fiscal blanco, escoltado por ujieres blancos?
 ¿Puede alguien decir, honesta y sinceramente, que en semejante atmósfera la báscula de la ley está realmente equilibrada? 
¿Por qué ningún africano en la historia de este país ha tenido nunca el honor de ser juzgado por su propia gente? 
Se lo explicaré a su señoría: el verdadero propósito de esta rígida separación entre las razas es garantizar que la justicia aplicada por los tribunales se ajuste a la política del gobierno, por mucho que ésta pueda entrar en conflicto con las normas jurídicas aceptadas por los estamentos judiciales del mundo civilizado... 
Señoría, detesto intensamente la discriminación racial y todas sus manifestaciones.
 La he combatido durante toda mi vida.
 Ahora mismo la estoy combatiendo y continuaré haciéndolo hasta el fin de mis días.
 Aborrezco con especial fuerza el montaje que me rodea aquí. 
Me hace sentir que soy un hombre negro en un tribunal del hombre blanco. 
No debería ser así.
                                           
 

TRIBUTO A NELSON MANDELA (TEXTO DE MUHAMMAD ALÍ):

Mi humanidad está a través de ti.
Mandela, un hombre, una misión: Salvar a una nación de sí misma.
Pocos hombres en la historia de la humanidad han tenido más impacto en una nación e inspirado al mundo.
Mandela lideró a su país desde el vicioso apartheid a la gloria de una democracia multirracial, pacíficamente.
¿Algún individuo ha dado más a una nación y a una causa? Sólo aquellos que han sacrificado su vida entera.
El Sr. Mandela pudo fácilmente pasar aquellos 27 años de encarcelamiento en el extranjero, protestando contra el mal desde lejos, a salvo de repercusiones. Él no.
 Si su gente sufría, él sufriría con ellos.
Yo sé algo sobre protestar.
 Sé los sentimientos y las preguntas que pasan por la cabeza de aquellos que están contra el sistema, desafiando todo por una causa. Nunca es fácil. 
El precio personal es alto, pero la gente más grande lucha por los valores más grandes. 
La Sudáfrica moderna está construida sobre las espaldas del sacrificio del Sr. Mandela.
 Aún me impresiona, que un hombre pueda renunciar a dos décadas y media de su vida, salir de prisión y perdonar a quienes le encerraron.
La palabra Zulú “ndugu” es la que mejor lo describe, significa: Mi humanidad está a través de ti. 
 El Sr. Mandela fue capaz, a pesar del mal que le hicieron, 
de ver la humanidad de que aquellos que lo castigaron.
 Esta es una lección que debe ser aprendida por el mundo: Hay humanidad, incluso en el peor de nosotros. 
Si los líderes del mundo adoptaran este método, habría paz alrededor del mundo.
 El probó que siempre existe un método para resolver las diferencias.
Tal como caminó hacia la libertad, pienso en el en su celda, valiente y orgulloso, inquebrantable, alimentado por la fuerza de sus convicciones por todos esos años.
 Su voluntad de acero fue un faro para aquella nación, y en ese gran día, los sudafricanos siguieron esa poderosa e inspiradora luz fuera de la esclavitud.
Después, me sorprendió descubrir que el Sr. Mandela acostumbraba escuchar mis peleas cuando estaba en prisión en la Isla Robben. 
Esa revelación me conmovió hasta las lágrimas. 
Ahí estaba él, un rey en el exilio, siendo animado por mis hazañas en el ring. 
De haber sabido que escuchaba, probablemente habría apaleado a Joe aquella noche.
 Siempre fui el mejor luchando por algo.
El Sr. Mandela es considerado un jefe de su tribu, el nombre de su familia es Madiba, pero él representa a una tribu mucho más larga.
 Él es el jefe de la tribu del coraje, y la decencia de toda la humanidad. 
No hay otro más significativo, importante, profundo líder mundial en este siglo.
En cientos de años, hablarán su nombre, y por ahí algún niño será imbuido de su espíritu y usará esa inspiración para alcanzar la grandeza.
 Este es su legado, un camino para las generaciones que vienen ¿Hay algo más grande que pueda ser dejado atrás?
Por buenas razones, el señor Mandela es también llamado Tata, padre.
 Él es de hecho el padre de su nación. 
Porque él ha vivido su vida al servicio de otros, siendo un guerrero de la libertad, un símbolo de sacrificio, y es también el padre de otras naciones. Tata del mundo.
Saludo esta grandeza de hombre y me siento honrado y bendecido de haber vivido en la misma época que este hombre.
                                      

                                 Gracias Juanjo Sebastián por compartir.
                                 Un abrazo.
                                                               

                                          

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