Algo dentro de mí se ha roto con tu partida.
Pienso en
ti y no concibo que ya no estés entre los vivos.
Te has
dormido eternamente cuando en el fondo guardábamos las esperanzas de
que salieras de esa dura enfermedad y sonreirías junto a los tuyos
por haber vencido.
En nuestro interior aun nos costará tiempo entender que el Todopoderoso necesitaba otro ángel y te ha llamado a su lado.
Te has ido delante, para esperarnos allí, al lugar donde todos alguna vez seremos llamados, no juzgamos a quien te llama y más tarde o temprano hará lo mismo con nosotros, pero ¡cómo duele está herida mientras llega el consuelo!.
En nuestro interior aun nos costará tiempo entender que el Todopoderoso necesitaba otro ángel y te ha llamado a su lado.
Te has ido delante, para esperarnos allí, al lugar donde todos alguna vez seremos llamados, no juzgamos a quien te llama y más tarde o temprano hará lo mismo con nosotros, pero ¡cómo duele está herida mientras llega el consuelo!.
Tantos
porqués nos quedan sin respuestas.
Tu risa de bondad ahora se convierte
en recuerdos.
Las lágrimas salen solas sin obedecer el mandato de que
cesen por no entender.
Gracias por tu ejemplo de vida, lucha y amor a los tuyos, gracias por esos dos hijos que nos dejas, gracias por la unidad familiar que has propiciado con tu hasta luego en estos instantes de tormentosa tristeza, mientras te ruego nos des fuerza y valor para entender que tu adiós no tiene regreso.
Desde hoy vives en los corazones de quienes te queremos y al verte descender a tu tumba, los ojos se nos nublan por el llanto y solo Dios sabe la proporción de este tormento y a la vez de la quietud por la paz y descanso eterno en el que ahora te encuentras.
Gracias por tu ejemplo de vida, lucha y amor a los tuyos, gracias por esos dos hijos que nos dejas, gracias por la unidad familiar que has propiciado con tu hasta luego en estos instantes de tormentosa tristeza, mientras te ruego nos des fuerza y valor para entender que tu adiós no tiene regreso.
Desde hoy vives en los corazones de quienes te queremos y al verte descender a tu tumba, los ojos se nos nublan por el llanto y solo Dios sabe la proporción de este tormento y a la vez de la quietud por la paz y descanso eterno en el que ahora te encuentras.
Hermana
querida que hoy mueres al mundo terrenal para vivir eternamente en el
espiritual, solo nos queda el consuelo de que ya no sufres y que allí donde
estés nos estarás esperando: Te queremos y te llevamos en el corazón.
Hasta cuando nos una el Sr...
de tus hijos y hermanos, te recordaremos y estarás en nuestros corazones por siempre hasta que nos volvamos a encontrar.
Hasta luego mi amada hermana-Pita.
Hola Angy,recién leo lo de tu hermana, te acompaño en el dolor y recuerda que si bien su cuerpo ya no está, su alma o espíritu siempre estará al lado de sus hijos y de toda su familia.Te mando un gran abrazo-
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