El máximo objetivo de todo artista es lograr que sus obras
sean únicas, reconocibles,
y diferentes.
En el caso de Riusuke Fukahori, un
joven artista en busca de un estilo propio y personal,
esta meta surgió como
una sorprendente historia de supervivencia
Luego de haber intentado una
carrera poco exitosa como diseñador,
justo cuando estaba por bajar los brazos,
Riusuke comenzó a poner atención en su pez dorado que,
a pesar de haber sido
abandonado por varios años, aún seguía luchando.
Fue así como este pequeño pez
se convirtió en su fuente de fuerza
e inspiración para seguir luchando por su
sueño: hacer arte.
Un abrazo.
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