En el Día Internacional
de la Mujer, una chiquilla
resolvió desafiar al famoso toro de bronce de Wall Street,
en Nueva York.
El toro es
el mayor símbolo de poder de la bolsa de valores, y
la
representación del alza de las acciones.
El toro indica tendencia de
alza en la bolsa y en el mercado financiero.
Esto es porque cuando un toro
ataca,
él utiliza sus cuernos en un
movimiento de abajo hacia arriba.
El oso, a su vez, representa
una tendencia de caída en el mercado financiero.
Esto es porque cuando un oso
ataca, él da patadas fuertes de arriba para abajo.
Y fue en medio de esta lucha
entre toro y oso que la muchacha atrevida se posicionó.
Ella vino a recordarnos que
existen otros valores además de las ganancias y pérdidas financieras.
En un
mundo donde la predominancia
de lo
masculino nos ha conducido al borde del abismo,
es preciso
rescatar la esencia de lo femenino antes que sea
demasiado
tarde.
Con una
pose desafiante, con las manos en la cintura, parada bien
en frente
al toro, la muchacha atrevida encara todos los desafíos que
están por
venir.
Al frente suyo,
una placa con
los
consejos: “Conozca el poder de las mujeres en el liderazgo.
Ellas
hacen la diferencia.”
El proceso
de cura para este nuestro mundo doliente y enfermo
pasa
necesariamente por el rescate de lo femenino y valoración de las mujeres en
todos los campos
de la
sociedad.
La fuerza
de la profunda sensibilidad, el equilibrio entre intelecto e intuición,
la
capacidad de mantener contacto con el propio mundo interior.
La
disposición para acoger con amor, para escuchar
con
atención e interés,
y para
comprender a nivel de empatía.
La
maternidad Sin el rescate de lo femenino y la valoración de la mujer,
precipitaremos
todos en el abismo de lo absurdo.
Gracias Mateo por compartir.
Un abrazo.
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