http://www.youtube.com/watch?v=hUSQrDKaGNE
Gracias Sidnei Calheiro por compartir
tan anticipado este recordatorio de tan importante fecha.
Un abrazo.
Les dejo una reflexión.
Pensar en
estos días en donde todo mundo celebra la Navidad me llevo a pensar
en algo en
especial.
Primero
decir que la Biblia no describe el día específico del nacimiento de Jesús,
lo más
probable es que no nació un 25 de Diciembre como todo mundo lo celebra.
La
Biblia había desde hace muchos antes profetizado el nacimiento del Mesías
y que
sería en Belén
(“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias
de Judá,
de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde
el principio,
desde los días de la eternidad.”
Miqueas 5:2 (Reina-Valera 1960)),
pero no especifico nunca un año, un mes
o un día en particular.
Cuando la
época que llamamos Navidad se acerca hay de toda clase de pensamientos,
desde
aquellos que celebran estás fechas, aquellos que no le dan tanta importancia
y
aquellos que se preocupan por pelear con medio mundo para dejar claro que Jesús
no nació en estas fechas.
Yo me
pregunto: ¿Importa realmente que día o mes nació Jesús?, pienso que ¡No!,
lo
importante que es que NACIÓ y que por medio de Él nosotros ahora podemos
alcanzar perdón para nuestros pecados.
Yo creo
que para Dios mismo no es importante el día o el mes del nacimiento de Jesús,
porque si así hubiese sido, Él hubiese especificado el día, mes y hora,
pero no
lo hizo porque sabe que somos capaces de darle más importancia a esos detalles
que al mismo hecho de valorar su nacimiento como principio de la salvación del
mundo.
La Biblia
dice que Jesús al nacer fue puesto en un pesebre:
“Y dio a luz a su hijo
primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre,
porque no
había lugar para ellos en el mesón.”
Lucas 2:7. La Biblia ni siquiera
menciona el lugar exacto de su nacimiento,
es decir la dirección exacta del
lugar especifico que nació en Belén.
¿Por qué no lo menciona?, porque me
imagino que Dios considera que si lo supiéramos
haríamos de ese lugar un sitio
de comercio y turismo,
dándole más importancia al lugar que al hecho de que
Jesús nació para darnos
vida y vida en abundancia.
Quizá
alguien me pregunte: ¿Es bueno o malo celebrar la Navidad?,
yo considero que
más allá de pelear sobre si celebrar o no la navidad,
lo que debemos celebrar
cada día es el hecho de que Jesús vino al mundo,
nació, creció, desarrollo su
Ministerio y murió por nosotros
y todo comenzó a través de su nacimiento,
si Él
no hubiese nacido, ahora estuviéramos perdidos,
pero gracias a que nació,
creció y murió por nosotros,
ahora disfrutamos de una vida que solo
Él ofrece.
No
pierdas el tiempo en pelear, en contradecir, en tratar de aclarar
si es o no
bueno celebrar esto o aquello.
Que tu corazón este centrado en una sola cosa en
especial y es que gracias a
JESÚS HOY TENEMOS VIDA.
¿Importa
cuando nació?, ¿Importa cómo fue?, ¿Importa el lugar especifico?,
¿Importa la
fecha exacta?, pienso que no, lo importante realmente es que VINO AL MUNDO
para que el mundo fuera salvo por Él.
Lo
importante de Jesús fue lo que hizo por nosotros y eso fue morir en la cruz
por
nuestros pecados, en sustitución de nosotros, el Justo muriendo por los
injustos.
Tú puedes
celebrar lo que quieras, pero si Jesús aun no ha nacido en tu corazón,
entonces
en balde fue su venida a este mundo.
A Dios más allá de que celebres una fecha
en especifica lo que quiere
es que puedas abrir tu corazón
para que Jesús entre
y nazca en tu vida y con ello puedas recibir la vida eterna que Él tiene
preparada para los que creen en Él y confiesan su Nombre.
Hoy
quiero invitarte a que el propósito por el que Jesús vino a este mundo se
cumpla en tu vida,
¿Cómo?, entregándole tu corazón a Él.
Si nunca
conscientemente le has entregado tu corazón a Jesús,
hoy quiero invitarte a que
repitas la siguiente oración junto conmigo:
“Señor Jesús, reconozco que soy pecador, reconozco
que tu viniste a este mundo y moristeen mi lugar, hoy te pido perdón por todos
mis pecados, me arrepiento con todo mi corazónde todo lo que hice, dije o
pensé, reconozco que tu eres Dios y por lo tanto este día te acepto como mi
Señor y Salvador personal, toma mi vida y transfórmala, ya no quiero ser el
mismo,crece en mi para que yo pueda menguar, pero sobre todo ayúdame a hacer
tu perfecta voluntad. Amén”
Si hoy
conscientemente y con corazón sincero realizaste esta oración, debes estar
seguro que Jesús te ha perdonado de cualquier pecado que hubieses cometido, hoy
el propósito por el que Jesús vino a este mundo se ha cumplido en tu vida, pues
Él vino para darte vida y vida en abundancia.
¡Jesús nació, creció y murió por
ti y por mi!
Autor:
Enrique Monterroza.
Extraído de la red
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