viernes, 6 de febrero de 2015

¿Coincidencias o Dioscidencias?

                                                                                      


Dicen que Dios muchas veces en lugar de dejar una tarjeta con su nombre, la firma con coincidencia.
La siguiente historia es una Diosocidencia particularmente poderosa ya que de alguna manera a afectado

 a millones de individuos esto incluyendo a ti y tu propia historia.
Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de Inglaterra.
Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.

Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo traicionero, estaba un niño aterrado, gritando y luchando tratando de liberarse de la muerte.
Fleming  salto al lodo y salvó al niño de lo que pudo ser una muerte segura, lenta y terrible.
Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés.
Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
–Yo quiero recompensarlo, –dijo el noble inglés–, Usted salvó la vida de mi hijo.
–No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, –respondió el agricultor inglés,

 rechazando la oferta–, sólo hice lo que debía, usted hubiera echo lo mismo por mi hijo.
En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
–¿Es este su hijo? preguntó el noble inglés.
–Sí, –respondió el agricultor lleno de orgullo.
–Le voy a proponer un trato, déjeme llevar a su hijo y ofrecerle una buena educación.

 Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso.
–El agricultor aceptó gustoso.

Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming , se graduó en la Escuela de Medicina de St. Mary’s Hospital
 en Londres, y se convirtió en un personaje mundialmente conocido.
Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía.
–¿Qué lo salvó? La Penicilina.
–El nombre del noble inglés? Randolph Churchill.
–El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill, primer ministro británico durante la II Guerra mundial,
 y uno de los artífices de la resistencia inglesa, y del fin del nazismo.
–El nombre del hijo del agricultor, Alexander Fleming, descubridor de la Penicilina.
Un sólo acto “insignificante”, Cambió la historia?
Dos grandes de la humanidad Fleming y Churchill, que han afectado nuestras propias vidas. 
¿Qué hubiera sido de la humanidad si ese pequeño no se hubiera salvado?
 ¿Cuántas vidas más se hubieran perdido? ¿Acaso nuestro mundo sería el mismo?
Nuestros actos cotidianos jamás pasarán por desapercibidos, recuerda que Dios siempre estará presente para tornar nuestro granito de arena en grandes cosas.
No olvidemos que la manera en que nos comportemos afectará a los que nos rodean y aún más a nosotros mismos.
Pregúntate
¿Cómo son mis actos cotidianos con los que me rodean?
¿Reconozco y contribuyo con los demás y en mi entorno?
¿Qué sería de mi historia si Churchil no hubiese sido salvado por Fleming?
La trascendencia es un llamado a cumplir cada quien con su parte en un plan divino y maestro que tal vez no entiendas ahora, pero es tiempo de cambiar y darnos a los demás en las pequeñas y grandes acciones del día a día.
                                                                                 
                                           Gracias José Luis Jiménez- Poeta de México.
                                           Por compartir.

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