¿Te quejas de que tienes frío? Pues da gracias de que no
vives en Oymyakon, el lugar habitado más frío del mundo.
En enero pueden estar en Oymyakon a -50ºC durante semanas, de ahí que sea conocido como el pueblo más frío del mundo.
En enero pueden estar en Oymyakon a -50ºC durante semanas, de ahí que sea conocido como el pueblo más frío del mundo.
La temperatura más baja jamás registrada
en Oymyakon fue de... ¡-71,2 º C! en 1926. Si, has leído bien y
no se trata de una errata: setenta y uno coma dos grados bajo cero.
En esta pequeña ciudad ubicada a siete mil kilómetros de Moscú, en la república de Yakutia, viven 2300 personas que resisten los fríos más extremos del planeta. Y de hecho, durante los largos nueve meses de invierno en Oymyakon, es muy frecuente que el tiempo se mantenga alrededor de los 60 grados bajo cero
En esta pequeña ciudad ubicada a siete mil kilómetros de Moscú, en la república de Yakutia, viven 2300 personas que resisten los fríos más extremos del planeta. Y de hecho, durante los largos nueve meses de invierno en Oymyakon, es muy frecuente que el tiempo se mantenga alrededor de los 60 grados bajo cero
El nombre Oymyakon significa, irónicamente, “agua que
no se congela” y se debe a la presencia de aguas termales próximas al pueblo,
gracias a las cuales se fundó la ciudad.
Oymyakon se encuentra en
un valle rodeado de enormes montañas que hacen de pantalla e impiden que el
frío aire polar pueda circular, produciendo así las bajísimas temperaturas
antes descritas, pero que resulten relativamente soportables debido a la falta
de viento, lo que no acentúa aun más la sensación térmica de frío.
Lo que hasta principios del siglo XX no era más que un lugar
de crianza de renos, con el apogeo del régimen soviético se convirtió en una
ciudad muy bien provista, ya que las montañas de la región son sumamente ricas
en oro, plata, platino y otros metales preciosos. Sin embargo, casi nada queda
para la ciudad de esa riqueza mineral, y la mayoría de los pobladores
de Oymyakon se encuentran apenas por encima del límite de pobreza.
Por otra parte, con la caída del comunismo el interés
por ese remoto enclave siberiano disminuyó notablemente, y ahora la ciudad de
Oymyakon sobrevive sólo gracias a sus recursos locales (en
especial, ganadería caza y pesca) y por haberse convertido en un centro turístico para
aventureros y excéntricos.
Para llegar a Oymyakon hay que
transitar por la llamada autopista de Kolyma, una vía de comunicación
construida por orden de Stalin, utilizando como mano de obra a
presos políticos. Cada 30 kilómetros había un gulag. Los presos solían durar
con vida unos tres meses, debido a las extremas condiciones en las que
mal vivían Se les enterraba bajo la calzada. Se dice que dicha
carretera tiene un muerto bajo ella cada cuatro metros, por eso esta autopista
también es conocida como la "carretera de los huesos".
Hasta el año pasado en las escuelas no había calefacción.
Los niños, unos 300, recibían las clases con el abrigo puesto.
Tan sólo se suspenden las clases cuando el termómetro llega
a -52ºC.
Hace tanto frío que cuando se
pesca algún pez, éste queda casi inmediatamente congelado, apenas ha salido del
agua. La leche no se vende en botellas. Se vende en bloques, como ladrillos,
por supuesto, es leche congelada. Los sótanos de las casas son como unos
inmensos congeladores. Durante todo el año la temperatura es estable en
esos sótanos, nunca sube de 10 o 15 grados negativos.
Últimamente se ha puesto de moda
un tipo de turismo extremo. Hay quien paga por saber qué es lo que se siente al
estar a más de 50 grados bajo cero. Incluso se extiende un certificado
por parte de las autoridades municipales dónde se certifica la temperatura a la
que se ha estado.
Gracias Manuel Antonio Mesones por compartir.
Un abrazo.
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