domingo, 11 de enero de 2015

LLAMADO A LA REFLEXIÓN - DIGAMOS NO!!! A "TODO TIPO" DE VIOLENCIA - (INCULCAR ODIO TAMBIÉN LO ES)

                                                                                  
                                                                               

Volvemos a tener lo mismo en otra lugar de nuestro planeta y esto no se aclarado.  
                                                             


Es una gran ignorancia y tener poco conocimiento frente a lo que ha pasado y nos pone a opinar sobre los últimos ataques terroristas fijando posición ligeramente sin manejar lo que ha pasado y seguirá pasando sino tomamos conciencia.

Quien pretenda hacer ver o esté erróneamente convencido que es un problema religioso, o es ignorante, o quiere manipular intencionalmente o por desconocimiento lo que ha pasado y seguramente continuará sucediendo si no abrimos los ojos y tratamos de sensibilizar el tema.

Es una mediocridad y falta de cultura tratar de ligar lo que ha pasado y la posición de los que usan el ISLAM con hechos pasados de otras características diferentes a las que están sucediendo en el mundo, no solo en Francia.

Es preferible que quienes no conocen el tema no digan ni una palabra ya que lo que hacen es confundir y crear falsas opiniones. Lo único que hacen es fortalecer se quiera o no, darle un flaco servicio a los intereses de estos terroristas y hacerle el juego directa o indirectamente con sus opiniones erradas y distorsionadas y luego tratar de esconderse en una simple frase hueca diciendo: “JE SUIS CHARLIE”.

En los ataques fanáticos asesinos lo que está en juego son los valores que defendemos como cultura los que fueron atacados y se encuentran seriamente amenazados por el extremismo.

Corriente que tiene muchas formas de expresión, pero que en general se manifiesta en la anulación de la razón, el ejercicio de la violencia y la intolerancia.

¿Qué hace del atentado a Charlie Hebdo un caso simbólico?

El riesgo que significa para Occidente que la libertad de expresión y la democracia sean condicionadas por grupos minoritarios, que lejos de integrarse, tratan de imponer su pensamiento único. En algunos casos, auspiciados y apoyados bajo cuerda por gobiernos afines que pretende por esta via aprovechar para sus fines políticos e ideológicos lograr sus objetivos.

Lo sucedido en Francia es un atentado que consterna al mundo y nos llama a todos a la reflexión.

No se puede olvidar el atentado a la AMIA en Argentina que muchos ya olvidan, la fuerte explosión, que destruyó 85 vidas, 85 historias, 85 familias.

Fueron 85 víctimas fatales. Más de 300 heridos. Un edificio con la historia judía de la Argentina destruido. Una herida abierta que hasta el día de hoy no cierra.

El más horrendo acto antijudío después de la Segunda Guerra Mundial sucedió en la Argentina un 18 de Julio de 1994.

Son los cientos de ataques horrendos que estos fanáticos asesinos cometen todos los días en diferentes países y se podrían enumerar y narrar cada uno, algunos aislados, otros de forma masiva que se reportan en la prensa y ya se hacen comunes y son olvidados por la comunidad internacional.

Unos fanáticos extremistas le están diciendo a Occidente lo que está permitido y lo que no.

Muchos desconocen que en Venezuela en complicidad con el régimen comunista están actuando lideres de Siria, Libia y de Irán entre otros, adoctrinando campesinos e indígenas a manejar fusiles de alta potencia, como fabricar bombas y como colocarse cinturones de explosivos para actuar en cualquier momento y donde les lavan el cerebro con sus ideas fanáticas en nombre de religiones. Esto se hace impunemente desde hace tiempo y nadie hace nada y la comunidad internacional cómplice que se le ha denunciado el asunto se hacen de la vista gorda porque dependen financieramente del régimen venezolano que los ayuda con los inmensos recursos que existían hasta ahora de la renta petrolera y que ahora ya se les acabó al cambiar los precios y se han caído considerablemente.

Ese es el objetivo principal del atentado terrorista contra la sede del semanario francés “Charlie Hebdo”, famoso por el uso de la sátira y el humor negro, propagar el miedo y el silencio.

Nadie ha tocado el tema religioso porque los que hablamos del tema con propiedad sabemos convivir en las diferencias.

Los que opinamos del tema hemos estado acostumbrado y ver con normalidad una mezquita, una sinagoga y una iglesia a pocos metros de distancia sin que eso significara un riesgo y respetando sus ideas que predican con libertad y se les respeta sus opiniones.

Las diferencias políticas se resolvían en las elecciones y las deportivas desaparecían al salir del estadio. Esos son los valores que se defienden y por los cuales eran imposible no escribir sobre el tema hoy.

Por lo tanto es una falta de respeto y desconsideración de alguna voz agorera pretenda entonces manipular y distorsionar lo que se ha dicho sobre el particular.

Resultaría imposible entender qué pasa por la cabeza de esta gente para cometer semejante actos terroristas. Las religiones son para vivir, no para matar. Son para unir, no para separar.

Son para amar, no para odiar. Son para perdonar, no para vengar.

Son para que cada ser humano saque lo mejor de sí, no lo peor.

Son para que tengamos fe, para hacernos más humildes, mejores personas, para actuar correctamente. Son para que todos entendamos que cualquiera sea nuestra raza, creencia o condición social, hay una fuerza superior, que aunque tenga nombres diferentes, nos guía a todos. La admiramos, le rezamos, le respetamos, tememos y guardamos en lo más profundo de nuestra alma y nuestro corazón.

Al final es la misma fuerza: Esa fuerza es Dios. Pobres de aquellos que usan su sagrado nombre para profanar y matar. Ellos no creen en el bien, creen en el mal. Nadie es quien para quitarle la vida a otro ser humano y menos por fanatismos religiosos.

Ojalá este hecho sirva para que todo el mundo abra los ojos y entienda finalmente que estos no son “fanáticos religiosos”, ni ejemplo de la palabra de Dios, son terroristas.

Por eso hoy todos somos Charlie, somos millones los que volvemos a decir: ¡Nunca más!
                                                                         
   Gracias J. D. A.. por compartir esta gran verdad, hace años que empezaron.
  Ruego a Dios que esto se aclare y no les pase como a nosotros.
                                                                              

                         

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por visitar mi blog y dejar tu comentario!