viernes, 22 de junio de 2012

UNO COSECHA LO QUE SIEMBRA ...


Una  mañana una mujer bien vestida  

                             se paró frente a un hombre  desamparado, quien lentamente levantó la vista... y miro  claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas  buenas de la vida. Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca  se había perdido de una comida en su vida. Su primer  pensamiento fue: “Solo se quiere burlar de mi", como  tantos otros lo habían hecho...

"Por Favor  Déjeme en paz!! gruñó el Indigente...
 
  Para su sorpresa,  la mujer siguió enfrente de él. Ella sonreía, sus dientes  blancos mostraban destellos deslumbrantes.
"¿Tienes  hambre?" preguntó ella. "No", contestó sarcásticamente.  "Acabo de llegar de cenar con el presidente... Ahora  vete."
La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande.
De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el  brazo. "¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre  enojado.
“Le digo que me deje en paz” !!
Justo  en ese momento un policía se acercó.
 
   "¿Hay algún problema,  señora?" -le preguntó el oficial ..
"No hay problema  aquí, oficial, contestó la mujer .. "Sólo estoy tratando  de ayudarle para que se ponga de pie ... ¿Me ayudaría?" El  oficial se rascó la cabeza. "Si, el Viejo Juan, Ha sido un  estorbo por aquí por los últimos años. ¿Qué quiere usted  con él?" Pregunto el oficial...
"Ve la cafetería de  allí?" -preguntó ella.
 

  "Yo voy a darle algo de comer y  sacarlo del frío por un ratito."
"¿Está loca, señora?"  El pobre desamparado se resistió. "Yo no quiero ir ahí!"  Entonces sintió dos fuertes manos agarrándolo de los  brazos y lo levantaron.
"Déjame ir oficial, Yo no hice  nada .."

"Vamos Viejo, esta es una Buena  oportunidad para ti," el oficial le susurró al oído."
Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el  agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y  lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería.. Era  casi mediodía, la mayoría de la gente ya había almorzado  y el grupo para la comida aún no había llegado...
El  gerente de la cafetería se acercó y les preguntó. "¿Qué  está pasando aquí, oficial?" "¿Qué es todo esto?
Y  este hombre está en problemas?"
"Esta señora lo trajo  aquí para que coma algo," respondió el policía.
"Oh no, Aquí no!" el gerente respondió  airadamente. "Tener una persona como este aquí es malo  para mi negocio!!!
El Viejo Juan esbozó una  sonrisa con sus pocos dientes. "Señora, se lo dije. Ahora,  si van a dejarme ir ?. Yo no quería venir aquí desde un  principio."
La mujer se dirigió al gerente de la  cafetería y sonrió .. "Señor, ¿está usted familiarizado  con Hernández y Asociados?, la firma bancaria que está a  dos calles ?"
"Por supuesto que los conozco",  respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen  sus reuniones semanales en una de mis salas de  banquetes."
"¿Y se gana una buena cantidad de  dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones  semanales?"
preguntó la Señora...
"¿Y eso que le  importa a usted?"
"Yo, señor, soy Penélope  Hernández, presidente y dueña de la compañía ". “Oh Perdón!! Dijo el gerente ...
La mujer sonrió de nuevo ..  "Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato."
Le dijo al policía, que fuertemente trataba de  contener una carcajada. "¿Le gustaría tomar con nosotros  una taza de café o tal vez una comida, oficial?" "No,  gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy en servicio".
"Entonces, quizá, una taza de café para llevar?" 
 


"Sí, señora. Eso estaría mejor".
El gerente de la  cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una  orden. –
“Voy a traer el café para usted de inmediato  señor oficial "
El oficial lo vio alejarse. Y  opinó:"Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo.
"Esa no fue mi intención “dijo la señora... Lo crea  o no, tengo una buena razón para todo esto".
Se  sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró  fijamente...
"Juan ¿te acuerdas de mí?"
El viejo  Juan miró su rostro, el rostro de ella, con los ojos  lagañosos "Creo que sí - Digo , se me hace familiar".
"Mira Juan , quizá estoy un poco más grande , pero  mírame bien", dijo la Señora .. "Tal vez me veo más  llenita ahora... pero cuando tu trabajabas aquí hace  muchos años vine aquí una vez, y por esa misma puerta,  muerta de hambre y frio."
Algunas lágrimas se posaron  sobre sus mejillas ..
"¿Señora?" dijo el Oficial,  No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera  pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.
"Yo  acababa de graduarme en la Universidad de mi pueblo", la  mujer comentó. "Yo había llegado a la ciudad en busca de  un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz  quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban  mis últimos centavos y me habían corrido de mi  apartamento, deambulé por las calles. Era febrero y hacía  frío y estaba casi muerta de hambre, entonces vi este  lugar y entre con la mínima posibilidad de poder conseguir  algo de comer. “Con lágrimas en sus ojos la mujer  continuó platicando...
"Juan me recibió con una  sonrisa". "Ahora me acuerdo!", dijo Juan. "Yo estaba  detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó  si podría trabajar por algo de comer”. “ Me dijiste que  estaba en contra de la política de la  empresa".
Continuó la mujer.. "Entonces, tú me hiciste  el sándwich de carne más grande que había visto nunca... 

 

 Me diste una taza de café, y me fui a un rincón a  disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metieras en  problemas. Luego, cuando miré y te vi a poner de tu  bolsillo el precio de la comida en la caja registradora,  supe entonces que todo iba a estar bien ".

"Así  que usted comenzó su propio negocio?" dijo el viejo Juan.

“Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé  muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de Mi Padre  Dios. Posteriormente empecé mi propio negocio el cual, con  la ayuda de Dios, prosperó .." Ella abrió su bolso y sacó  una tarjeta. "Cuando termines aquí, quiero que vayas a  hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de  personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy segura  de que encontrará algo para que puedas hacer algo en la  oficina”.
Ella sonrió. "Creo que incluso podría darte  un adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de  ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te  recuperes.. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está  siempre abierta para ti Juan."

Hubo lágrimas en  los ojos del anciano. "¿Cómo le puedo agradecer? ,  preguntó.
"No me des las gracias", respondió la mujer.  "A Dios dale la gloria. El me trajo a ti."

Fuera  de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y  antes de irse cada uno por su lado... "Gracias por toda su  ayuda, oficial.." Dijo La Sra. Hernández.
“Al  contrario", dijo el oficial, "Gracias a usted. Hoy vi un  milagro, algo que nunca voy a olvidar. Y... Y gracias por  el café.
Que Dios te bendiga siempre y no te  olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca  sabes cuándo será devuelto a ti .. Dios es tan grande que  puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan  pequeño para entrar en tu corazón.

Cuando Dios te  lleva al borde del acantilado, confía en él plenamente y  déjate llevar.
Sólo 1 de 2 cosas van a suceder, o él  te sostiene cuando tú te caes, o te va a enseñar a volar!

Con el poder de una frase! Dios va a cambiar las  cosas hoy y pondrá todo a tu favor. Si eres creyente,  reenviarlo, si tú no crees, elimínalo.

Dios cierra  puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas  que ningún hombre puede cerrar .. 
Gracias por compartir Noel Armando García Jiménez 
Un abrazo.

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