Si miramos a
fondo el sentido de la Navidad, podemos ver que éste se ha ido
distorsionando a través del tiempo, y cada vez se está alejando más de su
esencia real, lo que ha hecho que se presente actualmente con dos caras
opuestas. Por un lado, está la alegría del espíritu navideño con todas las
creencias que vienen con él, donde la familia es llamada a reunirse y a
disfrutar de esa unión, y por otro lado está la parte comercial, donde
todos los medios de comunicación cada vez nos bombardean más, haciendo que esta
hermosa época se convierta en un mercantilismo sin sentido, donde lo que
importa es la utilidad que la navidad, con todos sus regalos, le deja a las
empresas.
Por eso me pregunto: ¿Si la Navidad es la mejor época, donde las personas
se encuentran más felices y donde la familia es la prioridad, por qué las
estadísticas en el mundo entero nos dicen que en los meses de Noviembre y
Diciembre es cuando las personas más se suicidan? ¿Qué hay realmente detrás
de este flagelo letal que cada vez está aumentando más y más, especialmente
entre gente joven? ¿Qué tiene esta época del año que hace que las personas
lleguen a tomar este tipo de decisiones?
Existen muchas razones por las
cuales las personas se deprimen más en Navidad que en otras épocas del año.
Algunas personas lo hacen porque en esta época existen muchas actividades
sociales y no tienen familia o amigos con quien compartir; otras lo hacen
porque han tenido pérdidas de seres queridos y esta época por llevar con
ella momentos de unión familiar, hace que el deseo y la ansiedad de estar
con ellos sean muy intensos; algunas otras se deprimen, debido a que esta
época las lleva a una supuesta auto reflexión, la cual en lugar de ser
realizada adecuadamente escuchando la voz que emana de sus corazones, la hacen
escuchando la voz de la mente, que es esa lora parlanchina, que siempre
está buscando lo aprobación de los demás, por lo que se comparan, se auto
critican y se hacen daño debido a que sienten que no son o no están en la
posición de esas otras personas; otros lo hacen porque se sienten
presionados por la publicidad comercial o por sus familias y amigos, a
gastar un montón de dinero que no tienen, en regalos y compromisos que lo
único que hacen es aumentar sus deudas y preocupaciones.
Si entramos más a profundidad en
el tema, nos damos cuenta que todas estas angustias, depresiones y
tristezas son causadas por una misma razón, la cual ha estado presente en
el corazón de los seres humanos por generaciones enteras: El miedo a la
soledad.
Por eso, si sientes que la
navidad se está aproximando y empiezas a sentir una nostalgia o una
melancolía, y quizás ya hayas identificado que tienes miedo a estar sólo en
esta época de navidad y año nuevo, aplica un plan de ayuda interior para
salir de allí y así poder disfrutar a plenitud estos días.
Cada día de estos 9 días de la
novena trabaja uno de estos ejercicios de conciencia que te estoy dando,
durante todo el día:
Primer día: Aprecia todo
lo que la vida te da. Camina apreciando cada paso que das y disfruta de
cada cosa simple que llegue a tu vida este día.
Segundo día: Agradece a
Dios, a la vida, a tus seres queridos y a todas las personas que te han
ayudado, estén o no contigo, todo lo que te han dado.
Tercer día: Observa todo
el tiempo tus pensamientos repetitivos, inconscientes y negativos que te
hacen deprimir y reemplázalos por positivos.
Cuarto día: Disfruta el
presente, el aquí y el ahora, ya que esto es todo lo que realmente tienes.
No te vayas al pasado ni al futuro, y si por alguna razón lo hicieras, ten
conciencia de regresar a tu presente.
Quinto día: Deja que todo
fluya. Cualquier obstáculo o tristeza que tengas piensa que es algo
temporal, ya que todo llega y todo se va.
Sexto día: Concentra toda
tu energía en disfrutar lo que tienes, no malgastes tu energía en lo que
perdiste.
Séptimo día: Celebra el
hecho de estar vivo y de poder tocar, sentir, respirar, oler y experimentar
el amor dentro de ti.
Octavo día: Dedica toda tu
energía a perdonar a aquellas personas con las que sientes que has tenido
problemas o por las que tienes resentimiento. Cada vez que esa persona
llegue a tu mente dile en voz alta 3 veces seguidas la siguiente frase: Lo
siento mucho, perdóname, te quiero desde el fondo de mi corazón, gracias
por haber existido en mi vida, hoy te libero, te libero y te dejo en manos
de Dios.
Noveno día: Rompe la rutina
y observa cuidadosamente quien a tu alrededor puede estar necesitando de
ese amor que tú tienes en tu corazón y que te está haciendo sentir triste,
porque no tienes con quien compartirlo. Acércate a esa persona e invítala a
compartir contigo una comida, la novena de ese día, una tertulia o una
oración, disfrutando plenamente de la comunión de esas dos almas que se
encuentran y se reconfortan.
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