Todo tiene
que ver con todo: Astor, Gardel y Medellín; Little Italy y Al
Capone; Brooklyn y Meyer Lansky; Hoboken y Sinatra; Bandoneón, Klezmerai y
Tango. La Biblia y el Calefón...
Heinrich Band, alemán nacido en 1821, creó un
instrumento portátil inspirado en la concertina, con la intención de proveer de
música a las pequeñas iglesias que no podían comprar ni mantener órganos o
siquiera armonios. Jamás imaginó que su invento, al que con obviedad bautizó "Bandoneón", sería con
el tiempo el símbolo máximo del tango. El bandoneón llegó a América del Sud a
principios del siglo XX, portado por humildes expatriados europeos, y fue
rápidamente adoptado por los prostibularios tangueros rioplatenses.
Un niño nacido en 1921 en Mar del Plata se alucinó
con ese raro instrumento en Nueva York, donde su padre, Nonino, y su familia se
habían radicado.
En el suburbio neoyorquino de Brooklyn, cerca de Little Italy y de Hoboken (...y de sus correspondientes gangsters), Astor Pantaleón Piazzolla convivía con todos los credos y razas inmigrantes. Cuando Nonino, ante la manifiesta capacidad de su hijo de diez años, le compró un bandoneón casi nuevo, estaba dando comienzo -sin saberlo- a una renovación tanguística fundamental.
En el suburbio neoyorquino de Brooklyn, cerca de Little Italy y de Hoboken (...y de sus correspondientes gangsters), Astor Pantaleón Piazzolla convivía con todos los credos y razas inmigrantes. Cuando Nonino, ante la manifiesta capacidad de su hijo de diez años, le compró un bandoneón casi nuevo, estaba dando comienzo -sin saberlo- a una renovación tanguística fundamental.
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Cerca de su casa, desde una pequeña sinagoga,
requerían al pibe Piazzolla para que acompañara al jazán, el celebrante,
cuando había un casamiento. Al finalizar la ceremonia, Astor tocaba solito con
su bandoneón los freilaj klezmer tradicionales que había aprendido.
El
ritmo vivaz y la síncopa de esas 'tijeras' fueron quedando indelebles en
su memoria. Esa misma memoria gracias a la cual, además de su español nativo,
hablaba correctamente inglés, italiano y, por supuesto, un poco del ídish de
sus vecinos y del francés créole de los negros jazzeros venidos de
New Orleans
En 1934 el padre de Astor se enteró de que estaba
en New York su admirado Carlos Gardel. Talló en madera una pequeña estatuilla y
se la envió con su hijo.
El cantante, agradecido, ofreció al gurrumín
Piazzolla actuar en la película que estaba filmando, "El día que me
quieras": le dieron un pequeño papel de canillita.
Gardel, impresionado por la desenvoltura del
jovencito, unida a su habilidad musical y su dominio de varios idiomas, le
ofreció un contrato para que lo acompañara en la continuación de su gira por
América.
Don Nonino se opuso y, cosas del destino
insondable, salvó así a su hijo del desastre aéreo de Medellín donde perdió
la vida todo el grupo de artistas.
Gracias Solotu por compartir.
Un abrazo.
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