No
sabía que son tan lindos los puercoespines cuando eran bebés.
Buena historia con un gran mensaje.
Fue el invierno más frío que nunca. Muchos animales
murieron a causa del frío.
Los puercos espines, dándose cuenta de la
situación, decidieron agruparse para mantener el calor. De esta manera se
cubrieron y protegieron a sí mismos, pero las espinas de cada uno de
ellos hirieron a sus compañeros más cercanos.
Después de un rato, decidieron alejarse unos de
otros y empezaron a morir, solos y congelados. Así que tuvieron que hacer una
elección: o bien aceptar las espinas de sus compañeros o desaparecer de la
Tierra.
Sabiamente, decidieron volver a estar juntos.
Aprendieron a convivir con las pequeñas heridas causadas por la estrecha
relación con sus compañeros para recibir el calor que salía de los otros. De
esta manera fueron capaces de sobrevivir.
La mejor relación no es aquella que une a personas
perfectas, sino que cada individuo aprende a vivir con las imperfecciones de
los demás y se puede admirar las buenas cualidades de la otra persona.
La moraleja de la historia es:
Sólo tienes que aprender a vivir con las heridas en
tu vida!
Gracias José Adriano Altuna El Valle por compartir.
Un abrazo.
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