Había
una joven polaca llamada María Skolodowska. A los 19 años decidió dedicar su
vida a la ciencia, y se Era tan pobre que tenía que vivir
con tan sólo 3 francos diarios. En su cuarto no había luz eléctrica ni
calefacción, y como únicamente podía comprar dos bolsas de carbón
Las
heladas noches invernales de Paris la vieron temblar de frío con los dedos
azules y entumecidos, mientras resolvía problemas de matemáticas. Al acostarse
sacaba toda su ropa del baúl y se las echaba encima para calentarse, pero
seguía titiritando.
Una vez
se desmayó durante una clase. Al volver en sí, confesó al médico que durante
varios días únicamente había comido un puñado de
cerezas y unos rábanos.
Años
después se casó con el profesor Pierre Curie, uno de los intelectuales más
reconocidos de Francia, quien como ella, vivía consagrado totalmente a la
ciencia
Obligada
a hacer una investigación original para obtener un doctorado, decidió
investigar el hecho misterioso de que un metal llamado uranio irradiara luz.
Aquel
fue el comienzo de una gran aventura científica y de un largo viaje a través del fascinante mundo de
la química, en el cual la acompañó su esposo, que abandonó sus propios
proyectos de investigación para colaborar con ella.
Después
de muchos meses de experimentos, los Curie lanzaron un auténtico bombazo en el
seno de la comunidad científica, al anunciar que habían descubierto un nuevo
elemento químico cuya radiación era dos millones de veces más potente que la
del uranio, y que podía penetrar la madera, la piedra y el acero. Llamaron a
esa prodigiosa sustancia radium (radio) y a sus poderosas radiaciones, radiactividad.
Pero los
científicos exigieron:
Muéstrenos
radio puro, de modo que podamos
Madame
Curie trabajó durante 4 años para producir 100 miligramos de radio, un pedacito
de metal del tamaño de un granito de frijol, arrugado y deslucido.
¿Sabes
cómo lo consiguieron?
Refinando
más de ocho toneladas de mineral de piedra en una estufa muy vieja
Como
resultado de su descubrimiento, Madame Curie se convirtió en la mujer más
famosa del mundo.
Pronto
se descubrió que el radio era de un valor incalculable para combatir el cáncer.
Se produjo pues una creciente demanda de radio, y nadie en el mundo, excepto
Madame Curie y su esposo, sabían producirlo.
Un día
del año 1906 recibieron una carta. Un grupo de ingenieros estadounidenses
deseaban usar el radio en su país. Pierre Curie expuso a su esposa la situación:
Tenemos
dos caminos –dijo-. Podemos describir los resultados de nuestra investigación,
sin reserva alguna, incluyendo el proceso de purificación.
-Sí, por
supuesto –Murmuró ella haciendo un gesto de aprobación.
O bien,
-continuó su esposo- considerarnos inventores y propietarios del radio,
patentar la técnica de producción y asegurarnos los derechos de fabricación en
todo el mundo.
De
ninguna manera respondió ella de inmediato- sería contrario al espíritu
científico. Además, el radio está destinado a combatir las enfermedades y
considero que no sería ético aprovecharnos de esta circunstancia.
Marie
Curie recibió medallas, condecoraciones y títulos honoríficos de numerosas
organizaciones científicas, gobiernos y universidades. Su fama era inmensa. Su
vida se vio adornada por el éxito exterior, porque era tan grande que no podía
ocultarse, de la misma manera que una antorcha encendida no se puede ocultar en
la oscuridad.
Ella sin
embargo, no se dejó embriagar por el éxito. Siguió dedicada a la investigación
científica hasta el último día de su vida, como si no hubiera obtenido dos veces el Premio Nobel, hazaña que ninguna
otra persona logró igualar durante más de medio siglo.
Sin duda
Madame Curie alcanzó la cumbre del éxito. La pregunta sería. ¿cómo es que este
tipo de personas pueden alcanzar un éxito de tales magnitudes?
La respuesta es
muy sencilla: porque estuvieron.
Cuantas
veces nos estamos quejando que no alcanzamos el éxito, porque no tenemos los
recursos, que no venimos de una familia adinerada, que nunca nadie nos ha
tendido la mano, etc.
Madame
Curie, no poseía nada de esto. Tenía todas las condiciones adversas, y nadie la
apoyo durante tanto tiempo. Sin embargo, su tesón por salir adelante, a pesar
de tener todo en contra,
la llevó a la
cumbre de la fama.
Hay
condiciones que pueden favorecer el éxito, como tener una posición acomoda,
la
inteligencia, el apoyo de alguien, etc., pero eso de nada servirá si no tienes
la firme convicción de alcanzar tus sueños, ya que estos te darán la tenacidad
necesaria como la de Madame Curie.
No hay
éxitos fáciles ni difíciles; así como tampoco hay éxitos alcanzables e
inalcanzables. Solamente recuerda que entre más alto sea tu sueño,
mayor será
el precio que tendrás que pagar por hacerlo realidad.
Por eso,
cuando envidies a alguien por haber alcanzado el éxito en cualquier área,
y
quieras alcanzar el éxito de la misma manera, sólo hazte la siguiente pregunta.
¿Estás
dispuesto a pagar el precio del éxito?
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/curie.htm
http://article.wn.com/view/2011/10/05/Madame_Curie_Speaks_Wednesday_at_MTSU/
links e imágenes de la red.
Gracias Gustavo Chávez Martínez por facilitarme este importante texto,
que lo disfruten tanto como yo.
Un abrazo.
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