jueves, 26 de julio de 2012

Celos‏.


El defecto de los celos, por ejemplo, ¿cuánto daño ha hecho? 
Existen celos políticos, existen celos de tipo religioso, 
celos de tipo profesional, celos pasionarios o vulgares (del hombre por la mujer, de la mujer por el hombre), etc., etc., etc.
 Ese es un «Yo», el «Yo» de los celos, y es ciego, no sabe de lógica,
 no sabe de razonamientos, no entiende nada de ciencia ni escucha razones...
¿Cuántos casos de muerte se ven por los celos? Los celos profesionales,
 ¿Cuánto daño hacen? Algunos curanderos magníficos, que sabían sanar de nuestras enfermedades al prójimo (magníficos botánicos), muchas veces fueron a dar a la cárcel.
 ¿Quién los metió en prisión, si no estaban haciendo mal a nadie,
si solo sanaban al prójimo? ¡Los celos profesionales¡ ¿De quién? de su colegas titulados.
En el campo profesionista, 
los celos parecen multiplicarse espantosamente, en círculos y círculos:
 círculo artístico, círculo político, círculo religioso, etc., 
pero en cada círculo hay terribles celos, espantosos...
Sufren los celosos y hacen sufrir (también) a sus semejantes:
los celos han causado mucho y gravísimo daño.
Y si eso decimos de los celos,
¿qué diremos nosotros de todos los otros defectos que tenemos?
Ahora, las apariencias engañan.
 Muchas veces juzgamos un acto ajeno en forma equivocada, de acuerdo con nuestros Egos, y el resultado viene a ser precisamente la calumnia.
 Y todos calumniamos a todos (¡eso está ya demostrado¡).
Hay tendencia, siempre, a dejarnos llevar de las apariencias.
 Determinado acto puede ser juzgado en una forma, y la realidad
(Correspondiente al mismo) es otra.
Un hecho cualquiera podría ser juzgado en determinada forma y de cierto modo,
y no coincidir el juicio con el hecho, porque resulta que el hecho tiene otro sentido,
 diferente al juicio, y entonces el juicio sale equivocado.
Al haber juicio equivocado, se ofende al prójimo, 
y quien emite el juicio equivocado también se ofende a sí mismo, se causa dolor.
Saber vivir es muy difícil, porque vivimos en un mundo de apariencias,
 ilusorio, y tenemos la tendencia a identificarnos con las apariencias, olvidando
LO ESENCIAL, que es el SER (¡he ahí lo grave¡)...
En nosotros, dentro de nosotros, existen factores psicológicos espantosos, que ignoramos
 y que jamás admitiríamos tener.
 Ante todo deben recordar ustedes que el «Yo» no es algo (dijéramos) perenne;
 que el «Yo» es una suma y también una resta, una multiplicación y una división de «elementos inhumanos» (cada «elemento» de esos, es un «Yo»).
Así, pues, no tenemos un solo «Yo», tenemos muchos «Yo es». Nuestro «Yo»
es pluralizado, no singularizado, y eso es algo que ustedes deben comprender, porqué existe el «YO TEMO», el «YO AMO», EL «YO ODIO»,el «YO ENVIDIO», el «YO TENGO CELOS», el «YO TENGO CORAJE», etc., etc., etc..
Cada uno de esos «Yo es» tienen tres cerebros: el Intelectual, ubicado en la cabeza; el Emocional, en el corazón,
y el Motor-Instintivo-Sexual en la Espina Dorsal y en los órganos sexuales
(Cada uno de esos «Yo es», es una persona diferente).
THELEMA
Gracias Liliana Kaminsky por compartir.
Un abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por visitar mi blog y dejar tu comentario!