Había
una vez una vez un hombre de noble cuna, que después de atravesar el desierto
llego a un poblado lleno de árboles y huertos y lo primero que encontró fue un pozo,
sediento como estaba se acerco para saciar su sed, pero el agua estaba tan profunda,
que era inaccesible y nada de su alrededor podía facilitarle el alcanzar el agua,
por ello decidió sentarse junto al pozo a esperar que pasara alguna cosa y
confiando en Dios.
Al poco rato, se aproximo una mujer con una jarra asentada en su cadera y una
cuerda en la mano. Al verle allí sentado, con una sonrisa le saludó. - "
La paz de Dios sea contigo “y él le respondió .-" Su paz sea contigo “Y la
mujer sin decir nada , deslizo de sus manos la cuerda dentro del pozo y atada
en un extremo la jarra , que hizo descender lentamente y con cuidado luego se
oyó el chapoteo de la jarra al hundirse en el agua , entonces la mujer
alargando el brazo , removió la cuerda para que se llenara el recipiente y
empezó a tirar de ella hacia arriba con fuerza y cuidado.
Mientras el hombre sentado al lado del pozo le contaba , lo mucho que había viajado y que había conocido todo tipo de pozos .La mujer de cuando en cuando se lo miraba sin dejar de sonreír...y tiraba y tiraba de la larga cuerda subiendo la jarra .
Mientras el hombre sentado al lado del pozo le contaba , lo mucho que había viajado y que había conocido todo tipo de pozos .La mujer de cuando en cuando se lo miraba sin dejar de sonreír...y tiraba y tiraba de la larga cuerda subiendo la jarra .
Yo he conocido pozos mucho más grandes que este y he probado aguas salobres y
otras más dulces y parece mentira la gama de sabores que pueda tener el
agua...El hombre comentaba. Ella le dirigía alguna mirada asintiendo sus
palabras...al final haciendo un último esfuerzo la mujer cogió por un asa la
jarra, la descanso sobre el borde del pozo y recogió la cuerda, agarro la jarra
mojada se la planto al costado y dirigiendo una mirada al hombre le dijo
.-" Pues muy bien , estad con Dios...” y se marcho.
El hombre sin moverse de donde estaba vio como se alejaba la mujer y abatido se
dispuso a esperar que Dios en su Misericordia le proporcionara la manera de
poder beber agua de aquel pozo...
Joan Salvador
Joan Salvador
PUES NUNCA PIDIO AGUA ESTUVO PRESUMIENDO DE
TODAS LAS QUE HABIA BEBIDO
Y CLARO ESTA QUE EL QUE NO HABLA DIOS NO LO ESCUCHA.
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